SER HUMILDES

Solemos asociar la humildad con la pobreza, pero en realidad tiene más que ver con la riqueza… me refiero a la riqueza espiritual.

La humildad no necesita ser defendida ni difundida, pues se sostiene sola y calma en los robustos pilares de la certeza personal.

Ser humildes nos eleva hacia las más altas cumbres de la sabiduría de quien sabe que no necesita demostrar nada a nadie.

Ser humilde habita en el silencio, sin estridencia, ansiedad ni argumentos innecesarios.

Ser humildes nos permite reconocer sin reproche nuestras sombras, para transmutarlas en espacios ricos en aprendizaje y conexión con la propia luz.

Ser humildes nos despoja de nuestras máscaras egoicas que se toman el control desde la soberbia y el miedo, para conectar con la esencia pura y honesta de quienes realmente somos.

Ser humildes nos abre espacios para el goce de la sencillez, al mismo tiempo que nos conecta con los océanos más profundos de la belleza interior.

Ser humildes es dar paso a la vulnerabilidad, sin más blindaje que sabernos parte de un Todo.

Ser humildes es entender que no somos más que polvo de estrellas vagando en el espacio infinito desde siempre y para siempre.

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Rai ❤ Coach Ontológico #YaEsTiempoDeSanar

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