Quiero invitarte a reeducar el perdón y la calma, en cualquier contexto que haga falta. La invitación consiste en NO responder a las agresiones de los demás. Así, tal cual suena.
Es una propuesta desafiante porque pone a prueba nuestro control y capacidad de desprendernos del ego.
El agresor en realidad busca una situación de conflicto para espejar su propio estado de ánimo y descargarlo como sea, por eso la mayoría de las veces no tiene que ver con nosotros, sino con un mal día de él, o probablemente con una herida de infancia no resuelta.
La confrontación violenta es un muy mal negocio porque nadie gana, por eso es importante tomar distancia y elevar la conciencia para entender que la energía desatada no nos pertenece, así será más fácil evadir, soltar o transformar.
Transmutar la energía oscura de la ira de los demás en energía luminosa y perdón es un desafío mayor, pero la satisfacción de lograrlo se multiplica en la misma medida que el amor desplegado, y más aún cuando nadie lo espera.
La mejor defensa contra una agresión es una sonrisa, un abrazo, una palabra bonita o un gesto auténtico de paz y perdón. Eso desarma a cualquiera y nos conecta con nuestra mejor versión.
Pruébalo y ve qué pasa.
Raimundo Silva ♥ Coaching Ontológico
#SerFelizEmpiezaHoy