Esta herida aparece cuando nace un niño con muy altas expectativas sobre él (o ella). Por ej el primer hijo, el primer nieto, el primer todo – muy esperado – que ha llegado para llenar los vacíos personales de quienes más lo anhelaban.
Esta llegada puede esconder frustraciones o sueños no cumplidos de parte de los padres con embarazos anteriores que no llegaron a término, o bien con proyectos personales fracasados. Entonces inconscientemente se le asignan responsabilidades y exigencias a ese niño para que sea la estrellita en algo, como ser el primero de su clase, el más aventajado, el bueno pa la pelota o la más linda del curso.
La sobre exigencia instala en el niño la idea de que sólo será digno de amor en la medida que cumpla con los requisitos establecidos y valorados en su sistema familiar. Puede no haber una pauta explícita, pero en la sutileza del comportamiento de sus padres, el niño aprenderá a evaluar el nivel de aprobación de parte sus progenitores, en función de si es capaz – o no – de darles en el gusto con cada nuevo “logro” en el área que sea.
Si llegaba a casa con nota 6.8, la primera reacción no era festejarlo, sino preguntar por qué no fue un 7.0. En el fondo su interpretación de la vida es: “sólo seré amado en la medida que sea perfecto”
Con los años se vuelve una persona disociada de la emoción, fría, disciplinada, resolutiva y muy enfocada en altos estándares de auto exigencia y logros visibles y demostrables. Esta persona no se permite fallar ni descansar, es culposo y su cuerpo está en tensión permanente porque siempre hay cosas por hacer. Le cuesta descansar, le cuesta celebrar pequeños triunfos, le cuesta regalonearse y conectar con el goce y el merecimiento.
Quien está en esta herida se siente insuficiente, permanentemente en deuda consigo mismo, en una carrera imaginaria por ser cada vez mejor, exprimiéndose y transgrediéndose más allá de todo límite.
El gran desafío de esta herida es aprender a quererse y validarse tal cual es, sin necesidad de tener que demostrarle nada a nadie, y permitiéndose ser más autocompasivo y tolerante con la imperfección. Como todas las heridas, es abordable con un acompañamiento de coaching.
Te invito a ver mi entrevista en radiolascondesfm.cl sobre las 5 Heridas https://www.youtube.com/watch?v=q5GkNr9CP7Q
Rai Silva 
Coach Ontológico
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