Saludar es reconocer y honrar la presencia de otro en un mis espacio compartido.
Cuando pregunten “¿cómo estai?”, intencionen el gesto con la mirada, con una sonrisa auténtica o una tomada de manos que transmita el verdadero interés en escuchar una respuesta sincera. Háganlo desde el amor, con generosidad.
No se dimensiona lo bien que se siente cuando a alguien le importa saber cómo estamos, y que se genere ese espacio que necesitamos para evacuar emociones contenidas, aquellas que nos quitan el sueño y necesitamos compartir.
Busquen la oportunidad de quedarse unos 10 minutos o más para navegar juntos en el alma del otro. Aprieten la tecla correcta en “esa pregunta precisa” y esperada por el otro.
Regalen y regálense momentos significativos. Sin proponérselo estarán construyendo una amistad donde menos lo imaginan, o bien resignificando otra que ya existía.
Que tengan un maravilloso domingo lleno de espacios y cafés bien conversados.
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Rai Silva 
Coach Ontológico
#YaEsTiempoDeSanar